27/10/11
Denuncian que los boleteros redondean a favor de ellos
Esteban  Zubillaga se subió al subte, sacó de su bolsillo las monedas y empezó a contar.  Una de 50 centavos, una de 25 y otra de 10. Como casi todos los días, había  comprado un pasaje con un billete de dos pesos en la boletería de Bulnes de la línea D, para ir a su  trabajo, en el Microcentro. “Pensé que había sido una equivocación del  boletero, porque le puede pasar a cualquiera… Pero, como a los dos días me  volvió a pasar, la siguiente vez chequeé el vuelto en el momento y detecté que  me habían dado nuevamente 5 centavos menos de lo que correspondía. Le dije al  boletero y me explicó -de muy mala manera- que no tenía para darme cambio, pero  le insistí y la moneda apareció”, relata.   Lucía sólo comparte con Esteban la línea de subte en la que viaja. Todos  los días sube en la   estación Juramento para llegar a la zona de Tribunales, donde  trabaja como oficinista. Nunca tuvo problemas con el cambio. Hasta que, según  cuenta, un día perdió su tarjeta SUBE y tuvo que volver a recurrir al pago en  efectivo. "En menos de un mes, me dieron mal el vuelto tres veces en  Juramento. La primera vez fueron 10 centavos. Las dos siguientes sólo 5. No se  trata de cuánto sino del hecho en sí. No soy de defender a las empresas, pero  me parece que es mala fe de la boletera, que se ampara en la excusa de la falta  de cambio", denunció.   Mariano Encina vive en Haedo y rara vez  utiliza el subte para movilizarse. Su trabajo queda en Once y, según cuenta,  cubre el trayecto con el Ferrocarril Sarmiento. Aunque su historia es similar a  la de Esteban.  “Por apurado o confiado, nunca le prestaba atención al vuelto que me daban al  sacar el boleto. Pero un día que necesitaba las monedas para viajar en  colectivo, me fijé. Había pagado con un billete de dos pesos un pasaje que  costaba $1,10. Y tenía 80 centavos. Pensé que yo había perdido una moneda. Pero  me quedé con la duda y a partir de ahí empecé a revisar el vuelto. Y varias  veces tuve que decirle al boletero que se había ‘equivocado’ y que me diera  bien el cambio”.   Ricardo Morales se contactó con Clarín.com, a  partir de la nota publicada por Testigo Urbano, en la que se da cuenta de los  varios inconvenientes que afrontan los usuarios del Sarmiento. Allí, además de  quejarse de la inseguridad y de la falta de aseo en los vagones, Ricardo  relató: "Cuando voy a la boletería tengo que prestar más atención que  arriba del tren, porque varias veces me quisieron dar una o dos moneditas de  menos en los vueltos".   Los testimonios de Esteban, Lucía, Mariano y  Ricardo no son las únicas quejas que recibió Testigo Urbano en torno al tema  del "redondeo", comprendido por la ley N°22.802, de Lealtad Comercial, que prevé  multas de cien pesos ($100) hasta quinientos mil pesos ($500.000) a quienes no  cumplan las disposiciones de la   norma. En la ley, se establece que cuando “surgieran del  monto total a pagar diferencias menores a CINCO (5) centavos y fuera imposible  la devolución del vuelto correspondiente, la diferencia será siempre a favor  del consumidor”.   Ante la consulta de este diario, Mariano  Gibaut, vocero de Metrovías, aseguró que la empresa no tiene conocimiento del  hecho, que en caso de constatarse podrían ser casos “aislados” y acciones  “desleales” de los boleteros y que “de ninguna manera la política de la empresa  es redondear en contra del usuario”. “Vamos a investigarlo. Por eso es  importante que los usuarios envíen su queja vía mail (info@metrovias.com.ar) o  a través del Centro de Atención al Pasajero y nos ayuden a individualizar cada  situación. Hay que tener en cuenta que contamos con más de 150 boleterías y que  viajan más de un millón y medio de pasajeros por día”.   Gibaut,  además, negó que la escasez de monedas sea una circunstancia que oficie de  excusa y justifique ese accionar. “Todas las mañanas hacemos un fuerte esfuerzo  para conseguir la cantidad de monedas necesarias para dar todos los vueltos que  sean necesarios durante el día porque es nuestra responsabilidad”, indicó. Al  tiempo que admitió que las incorporaciones de las tarjetas SUBE y Monedero  aportaron soluciones a ese flagelo. “Ayuda muchísimo no sólo para el tema de  los vueltos sino también para hacer más fluido el acceso”.   Gustavo  Gago, vocero de TBA, también descartó que se trate de una maniobra avalada por la empresa. E instó a  “chequear el vuelto antes de irse de la ventanilla para evitar inconvenientes”.  Asimismo, Gago aseguró que en caso de que el boletero no tenga monedas para dar  vuelto, sí existe la obligación –y también la orden al cajero- de redondear  “hacia abajo”, a favor del pasajero.  Osvaldo  Riopedre, de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios (Adecua),  recordó que el problema a la hora de dar el vuelto “es justamente del que  expende el boleto. En caso de no tener cómo hacerlo, debería cobrar menos, pero  nunca quedarse con dinero del cliente”. Aunque advirtió que “a lo mejor la  empresa no lo sabe y es una avivada del empleado que se termina quedando con el  dinero”.  A su vez, Riopedre remarcó la  importancia de realizar el reclamo: “La denuncia hay que hacerla en la CNRT  (Comisión Nacional de Regulación del Transporte) y a través del libro de  quejas”. Aunque reconoció que, muchas veces, los usuarios no lo realizan para  evitar “la mala cara” del boletero y en otros casos porque eso conlleva una  importante demora. (Clarín)
    
